domingo, 26 de enero de 2020

Una habitación propia, Virginia Woolf


Segunda lectura del reto “Todos los clásicos grandes y pequeños” de Las Inquilinas de Netherfield, clásico de 200 páginas o menos.

       Virginia Woolf escribió este ensayo para un ciclo de conferencias sobre la literatura y la mujer.

            Aunque utiliza un narrador ficticio, la autora expresa su opinión sobre las mujeres y su labor como escritoras. Parte de la premisa de que las mujeres para poder escribir necesitan una habitación propia, es decir, independencia económica y personal. Económica porque era difícil que pudieran vivir de la escritura si no tenían otros ingresos. Y personal porque a principios del siglo XIX era extraño que una mujer tuviera una habitación propia, a menos que perteneciera a una familia rica.

            Además inventa la existencia de una hermana de Shakespeare, Judith, una mujer que, suponiendo que hubiera tenido el mismo talento que su hermano, habría llevado una vida muy distinta porque, probablemente, no la habrían dejado dedicarse a escribir, ni la habrían tomado en serio.

            Me ha resultado una lectura muy amena e interesante, de la que se pueden destacar reflexiones como las siguientes:

            “Durante todos estos siglos, las mujeres han sido espejos dotados del mágico y delicioso poder de reflejar una silueta del hombre de tamaño doble del natural […] Por eso, tanto Napoleón como Mussolini insisten tan marcadamente en la inferioridad de las mujeres, ya que si ellas no fueran inferiores, ellos cesarían de agrandarse”.

            “Dentro de cien años, pensé llegando a la puerta de mi casa, las mujeres habrán dejado de ser el sexo protegido. Lógicamente, tomarán parte en todas las actividades y esfuerzos que antes les eran prohibidos. La niñera repartirá carbón. La tendera conducirá una locomotora. […] Suprimid esta protección, someted a las mujeres a las mismas actividades y esfuerzos que los hombres, haced de ellas soldados, marinos, maquinistas y repartidores”.

sábado, 25 de enero de 2020

Orgullo y prejuicio, Jane Austen

     He decidido participar en el reto "Todos los clásicos grandes y pequeños" de Las Inquilinas de Netherfield. Este reto está dividido en cinco niveles, con varias premisas cada uno. ¡A ver si consigo completar los cinco!

Primer nivel
    
     He empezado el reto releyendo un clásico que nunca me canso de leer, Orgullo y prejuicio, de Jane Austen. Voy a utilizarlo para la premisa "Clásico con adaptación cinematográfica".

      Leí esta obra por primera vez con quince años y me enamoré del personaje de Darcy. La he leído varias veces después y he ido descubriendo matices que no vi las primeras veces, y creo que nunca me cansaré de releerla. 

     En esta novela Jane Austen cuenta la historia de la familia Bennet, una familia que tiene cinco hijas en edad de casarse y con una situación económica no muy boyante. Aunque son cinco hermanas la historia se centra sobre todo en la segunda, Elizabeth (Lizzy). Aunque al principio es la historia de su hermana mayor, Jane, la que parece tener el protagonismo, acaba centrándose en la historia de amor de Lizzy y Darcy, que al principio no parece posible que vaya a producirse. Al principio Darcy considera a Lizzy inferior a él y alguien que no puede tentarle pero poco a poco descubre que la admira cada vez más y finalmente que se ha enamorado de ella. Lizzy, por su parte, al principio detesta a Darcy, ya que lo considera orgulloso, aunque realmente se siente herida porque él hiere su orgullo el día que se conocen con un comentario que hace y ella oye. Además lo considera responsable de la separación de su hermana Jane y Bingley y el causante de las desgracias de su amigo George Wickam. Llega un momento en el que Darcy no puede seguir callándose y le declara a a Lizzy su amor y le pide matrimonio. Pero la forma de pedírselo (Darcy habla de la diferencia de posición social y de la vulgaridad de su familia) y todo lo que ella considera que ha hecho, hacen que lo rechace y le diga que es el último hombre con el que se casaría. Darcy le escribe una carta contándole que lo que hizo para separar a Jane y Bingley fue porque creía que ella no le correspondía y no la quería tanto como él a ella y quería evitarle sufrimiento a su amigo. Y en cuanto a Wickham, le cuenta la verdadera historia, en realidad es un hombre que solo quiere dinero e intentó seducir a la hermana de Darcy para conseguir casarse con ella y tener así su dinero. Poco después de leer la carta y de que Lizzy descubra que Darcy no es tan malo como ella creía, Lizzy realiza un viaje con sus tíos y acaban visitando Pemberly, la casa de Darcy, creyendo que él no está, pero se encuentran allí. Cuando empiezan a tener trato otra vez y parece que Lizzy está empezando a sentir algo por él, llega una carta contando que Lydia, la hermana pequeña de Lizzy se ha fugado con Wickham. Su padre y su tío van en su busca, los encuentran y acaban casados. Todos creen que ha sido cosa de su tío, que ha ofrecido dinero a Wickham pero Lizzy descubre ha sido Darcy quien los ha encontrado y ha arreglado la boda, salvando así el buen nombre de Lydia. La tía de Darcy, Lady Catherine de Bourgh se presenta en casa de Lizzy porque ha oído rumores de que Darcy quiere casarse con ella y quiere decirle que está totalmente en contra de su boda, la insulta a ella y a su familia y le dice que Darcy está destinado a casarse con su hija. Lizzy acaba echándola de su casa indignada y le dice que si Darcy quisiera casarse con ella y ella con él no necesitarían su permiso. Poco después aparecen Bingley y Darcy en la casa. Bingley finalmente se arma de valor y le pide matrimonio a Jane, que acepta. Durante una paseo, Darcy y Lizzy se quedan a solas y ella le agradece lo que ha hecho por Lydia, aunque se suponía que era un secreto pero no puede callarse. Él le dice entonces que lo ha hecho todo por ella, que sigue enamorado de ella y que la conversación con su tía le ha dado esperanzas, y le pregunta si sus sentimientos por él han cambiado. Ella le dice lo equivocada que estaba y finalmente acaban casados también. Al final los dos son capaces de superar su orgullo y los prejuicios que tenían y ser felices juntos. 

  


domingo, 12 de enero de 2020

Mujercitas, Louisa May Alcott


La Navidad tiene muchas tradiciones y una de las mías es ver alguna de las versiones cinematográficas de Mujercitas. Estas últimas Navidades, aprovechando que estrenaban una nueva versión decidí releer el libro y volvió a encantarme.

            Volví a emocionarme de nuevo con la historia de las hermanas March. Cómo dejan de ser niñas para convertirse en mujeres que buscan su camino en la vida. Meg, la mayor, que no puede evitar desear algunos lujos que no puede tener pero acaba comprendiendo que en el fondo tiene todo lo que desea con la familia que ha formado. Jo, la joven que no quiere mostrar la supuesta debilidad femenina y por eso no quiere que la vean llorar cuando leen las cartas de su padre, quiere vivir de su trabajo como escritora y no depende de un marido. Adora a su familia y por eso hace lo que sea por ayudarla, como vender su pelo para pagar el billete de tren de su madre e intentar lo que sea para salvar a Beth. Pero finalmente, cuando se deja llevar por sus sentimientos y plasma en su novela lo que siente de verdad es cuando triunfa como escritora. La dulce Beth, tímida en exceso, aunque intenta superarlo. La única que no hace planes de futuro, como si supiera desde el principio que su vida no va a ser muy larga, es feliz teniendo su piano y viviendo con su familia, y que siempre me hace llorar cuando cae enferma y cuando muere. Y Amy, la que al principio del libro llega incluso a caerme mal por su carácter caprichoso que le lleva a hacer cosas como quemar el libro de Jo, pero que luego tiene buen corazón y que también lucha por conseguir lo que quiere, algo que tiene claro desde pequeña.

            Y el resto de personajes que forman esta novela: la madre que quiere que sus hijas sean felices y encuentren su camino, intentando que lleven lo mejor posible la situación económica y la ausencia de su padre durante la guerra. La tía March, gruñona y autoritaria, pero que en el fondo quiere a sus sobrinas. El viejo señor Laurence que también parece gruñón al principio pero que se ablanda gracias a Beth, en la que ve a la niñita que él perdió años antes. Los hombres que acompañan a las mujercitas en su vida, Laurie, que empieza enamorado de Jo, pero que luego descubre que ella tenía razón, que siempre han sido como hermanos y que en realidad ama a Amy; John Brooke, tutor de Laurie primero y marido de Meg después, un hombre bueno que siente no poder darle a su mujer los lujos que a ella le gustaría tener pero que hace lo posible por hacerla feliz; y el profesor Bhaer, que ayuda a que Jo se dé cuenta de que no es débil por mostrar sus sentimientos, sino todo lo contrario.

            En definitiva, aunque la he leído y he visto varias veces las versiones cinematográficas, es una obra de la que nunca me canso y siempre me emociona. Quizá, en parte sea porque me siento identificada con algunas cosas de las hermanas, con la pasión de Jo por la literatura, con Meg porque entiendo su deseo de tener algunas cosas que no puede tener, pero finalmente darse cuenta de que tiene lo que le hace feliz, con la timidez de Beth y con la perseverancia de Amy, que siempre tuvo claro lo que quería tener cuando fuera mayor y lo acaba consiguiendo. Es una lectura que recomiendo totalmente.

Presentación



Siempre ha adorado la lectura. Desde pequeña me encantaba que me leyeran y aprender a leer fue un regalo para mí, porque me abrió un mundo nuevo y maravilloso. No puedo imaginarme la vida sin libros; las visitas a las bibliotecas y las librerías, un viaje con la compañía de un libro; una tarde de invierno de manta café y lectura; un día de verano leyendo en la playa o en la piscina… Todo esto son grandes placeres a los que no podría renunciar. Leer un libro es viajar a un mundo mágico; viajes al pasado, al futuro, a lugares reales, imaginarios; descubrir personajes maravillosos que ya formarán parte de ti para siempre.

            Ahora he decidido compartir este rincón para hablar de mi pasión, la lectura.

Los ilustres vínculos del señor Darcy, Abigail Reynolds

     Esta es una variación de la novela Orgullo y prejuicio de Jane Austen. En ella aparecen los personajes principales de la obra de Auste...