Leído para el Reto "Todos los clásicos grandes y pequeños 2021" de Las Inquilinas de Netherfield nivel 1 premisa "Clásico cuyo autor falleciese antes de los 50 años"
En esta novela, William Chimsworth, el
protagonista, cuenta la historia en primera persona. William es una persona a la
que le cuesta encontrar su sitio en la vida. Al principio rechaza la rectoría
que le ofrecen sus tíos y el matrimonio con una de sus primas, cortando así
toda relación con ellos. Decide dedicarse al comercio y va a pedirle trabajo a
su hermano, con el que no tiene una relación especialmente buena y fluida. Este
se comporta como un tirano y William decide dejar el trabajo después de un
tiempo.
Hudsen,
un hombre al que ha conocido trabajando para su hermano, le proporciona un
contacto en Bruselas y gracias a él consigue trabajo como profesor en un colegio,
descubriendo así su verdadera vocación.
William
es un personaje fiel a sus principios e intenta no traicionarlos nunca. En el
plano afectivo parece que no ha tenido suerte: se quedó huérfano pronto, rompió
la relación con sus tíos y su hermano ya que no quiso renunciar a sus principios
para mantenerla. Pero finalmente acaba siendo feliz con sus esposa.
El
tratamiento que Charlotte le da aquí a las mujeres no es muy bueno. A las
alumnas del colegio las presenta como jovencitas que solo se preocupan por su aspecto
y por coquetear. La directora del colegio, mademoiselle Router (luedo madame
Pelet) tampoco sale bien parada, ya que muestra una doble cara y parece que
juega con los sentimientos (o lo intenta) de dos hombre para conseguir lo que
quiere. La única que es descrita de forma más positiva es Frances Henri, la que
será la señora Chimsworth. Al principio es presentada como una muchacha de
clase baja que tiene que trabajar dando clases de costura (algo que odia) para
vivir, pero luego vemos que tiene grandes deseos de aprender y prosperar,
quiere convertirse en profesora y, finalmente, lo conseguirá y acabará formando
una familia y siendo directora de un colegio. Al final cumplirá su deseo de vivir
en Inglaterra, el país donde nació su madre.
A
pesar de que no es uno de mis libros favoritos de Charlotte Brontë me ha
resultado entretenido y creo que aparecen cosas de su biografía reflejadas en él (quizá por eso
decide narrarlo en 1ª persona aunque sea un personaje masculino quien lo haga.
Puede ser porque al principio ella publicó sus obras con pseudónimo masculino).
Charlotte trabajó como profesora y las partes más duras de este trabajo se ven
reflejadas aquí, igual que las positivas. Además parece que ella se enamoró de un profesor, al
que llegó incluso a escribirle cartas de amor, aunque él la rechazó porque estaba
casado y no la correspondía. Quizá por eso Charlotte le da a los protagonistas
del libro el final feliz que le habría gustado tener a ella con su profesor.