La partitura está formada por
tres historias que se entrelazan y acaban formando una sola. Una de ellas ocurre
en el siglo XIX y las otras dos en la actualidad, por lo tanto hay dos hilos
temporales en la novela, que se van alternando en diferentes capítulos. En estos
dos hilos temporales hay dos narradores distintos, la parte de la actualidad
tiene un narrador externo y la parte del siglo XIX tiene un narrador en 1ª
persona bastante original, ya que la historia la cuenta una partitura.
Una de las historias es la de Adam, un joven compositor que se queda ciego tras un accidente y se da cuenta de que a pesar de que tenía éxito profesional y una pareja que consideraba casi perfecta, su vida no era tan maravillosa como parecía. Al principio, Adam cree que su vida tal y como la conocía ha terminado. Al principio decide renunciar a la música y sacarla de su vida, hasta que escucha a una chica tocar el piano y todo empieza a cambiar. Ahora, Adam debe adaptarse a la ceguera y aprende a ver de otra manera.
La novela tiene misterio, amor, secretos y superación de los miedos y de las situaciones difíciles. La historia me ha resultado fascinante, la autora ha conseguido meterme en ella desde el primer momento y quería saber qué ocurría. La mezcla de los dos hilos temporales al principio me molestaba un poco, porque corta una de las historias para contar la otra, pero, como al final están entrelazadas, tiene sentido según va avanzando la historia.
Me ha gustado mucho y recomiendo la lectura totalmente.
Me sirve para los siguientes retos de lectura:
-Reto 50 pecera: 36. Persona con discapacidad
-Reto 44 temas lectores: 13. Dos líneas
temporales

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