Leído para el reto "Clásicos grandes y pequeños", de Las Inquilinas de Netherfield, clásico en el que el personaje principal sea una mujer
Jane Eyre es una niña huérfana que vive
con su tía (Mrs. Reed) y sus primos. Su difunto tío Reed hizo prometer a su mujer
en su lecho de muerte que la trataría como a una más de sus hijos, pero nada
más lejos de la realidad. Sus primos (sobre todo su primo John) la maltrata y
su tía Reed la castiga a ella. En una ocasión Jane se revuelve contra su primo y
la encierran en la habitación donde murió su tío. El miedo hace que la pequeña
vea fantasmas y se desmaya. Finalmente, su tía la envía a un colegio cuando
tiene 10 años, Lowood, una institución para huérfanas. En el colegio hay una
férrea disciplina y las condiciones de vida de las huérfanas no son muy buenas,
la comida es escasa y de mala calidad y no tienen ropa adecuada para protegerse
del frío. Jane se hace amiga de Helen Burns, que muere de tuberculosis. Se
produce una epidemia de tifus en la que mueren varias alumnas y eso hace que
las condiciones de vida mejoren un poco.
Jane pasa allí ocho años (seis como alumna
y dos como profesora). Cuando la señorita Temple, una de las profesoras, se
casa y abandona el colegio, Jane siente que su sitio ya no está allí y decide
poner un anuncio para trabajar como institutriz. Recibe respuesta de la señora Fairfax
que le ofrece trabajo en una casa llamada Thornfield como institutriz de una
niña de 8 años, Adèle Varens. Cuando Jane llega a la casa descubre que la
señora Fairfax no es la dueña sino el ama de llaves, la casa es propiedad del
señor Rochester, que pasa poco tiempo allí y Adèle es una niña que está a su
cargo. La señora Fairfax le cuenta que en realidad el actual señor Rochester no
era el heredero pero ha heredado todo tras la muerte de su padre y de su
hermano mayor. Jane comienza su nuevo trabajo y es feliz allí. Un día, mientras
va hacia el pueblo, se cruza con un hombre que se cae de su caballo, le ayuda a
volver a subir y cuando vuelve a casa descubre que ese hombre es el señor Rochester.
A partir de ahí ambos comienzan una
extraña amistad. El señor Rochester es directo y abrupto, pero admira la
inteligencia y el trabajo que Jane está haciendo con Adèle, y el hecho de que
ella no se calle y le diga lo que opina de él con sinceridad y franqueza.
Rochester comienza a tener confianza con
Jane y le cuenta cosas de su vida, por ejemplo, que no sabe si Adèle es su
hija, ya que es hija de una mujer francesa con la que tuvo una aventura y que
dejó a la niña en su puerta asegurando que era hija suya. Y por eso, aunque tiene
la duda, se está ocupando de la niña.
Una noche Jane se despierta porque escucha
unos ruidos y descubre que hay fuego en la habitación del señor Rochester. Este
está durmiendo en su cama, que está en llamas. Jane consigue despertarlo y le
salva la vida. Jane le dice que ha escuchado una risa extraña y que cree que es
Grace Poole, una extraña criada que trabaja en la casa y Rochester le confirma
que la risa es de ella, pero no quiere avisar a nadie.
Un día el señor Rochester se marcha y vuelve
al cabo de un tiempo con varios invitados. Entre ellos está Blanche Ingrand,
una hermosa joven que parece llevarse muy bien con Rochester. Mientras los
invitados están allí Jane es testigo de la complicidad entre Blanche y
Rochester y descubre que se ha enamorado de él. Le entristece ver que la
relación con Blanche va prosperando y que parece que van a casarse porque cree
que ella no le quiere realmente, y descubre que es una joven bastante frívola.
Un día aparece un extranjero amigo del
señor Rochester, Richard Mason, que va a visitarlo. Esa noche se escuchan unos ruidos
que despiertan a todos los invitados. Después de tranquilizarlos a todos y que
vuelvan a sus habitaciones, Rochester le pide ayuda a Jane. Mason ha sido
atacado y está muy malherido. Rochester deja a Jane cuidándolo mientras busca
un médico que le atiende, y lo sacan de la casa antes de que los invitados
despierten.
El cochero de la tía Reed se presenta un
día en la casa para decirle a Jane que su primo John ha muerto y su tía está
muriendo también y ha pedido verla. Jane le pide permiso a Rochester para ausentarse
y va a verla. Después de varios días consigue hablar con ella. Su tía le dice
que hace 3 años le escribió un tío de Jane para decirle que había conseguido
una fortuna y quería adoptar a su sobrina. Pero la tía Reed le dijo que Jane
había muerto en la epidemia de tifus en Lowood, porque siempre había odiado a
Jane porque el señor Reed la acogió y se preocupó por ella más que por sus hijos.
Jane la perdona y la tía Reed muere.
Cuando vuelve a Thornfield, Rochester le
dice que va a casarse con Blanche, que Adèle va a ir a una escuela y ella
necesitará un nuevo trabajo. Le dice que le ha buscado una colocación en
Irlanda. Jane entonces estalla y le dice que eso está muy lejos de Thornfield y
de él, que ella no puede estar tan lejos, que no es una máquina sin sentimientos.
Rochester le dice entonces que nunca ha querido casarse con Blanche, que todo
lo ha hecho para darle celos y conocer sus sentimientos y que está enamorado de
ella y es con ella con quien quiere casarse. Fijan la boda para un mes después.
El día de la boda van los dos solos a la
iglesia. Cuando están allí dos hombres entran y dicen que no puede celebrarse
la boda porque Rochester ya está casado. Uno de los hombres es Richard Mason,
que resulta ser el hermano de la mujer de Rochester, y el otro es un abogado, Briggs,
que le dice a Jane que le ha mandado su tío, porque ha descubierto que Rochester
estaba ya casado y quería impedir que se casara con ella ilegalmente, pero está
enfermo y por eso no ha podido ir él en persona.
Rochester les lleva a todos a la casa,
entran en una habitación cerrada y allí está Grace Poole. Grace no es una
criada cualquiera, sino que está allí cuidando a una persona, Bertha Mason, la
mujer de Rochester, que está loca y es bastante agresiva. Rochester les cuenta
entonces que la familia de Bertha y la suya querían casarlos para unir el
linaje de Rochester con la fortuna de Bertha y todos le ocultaron que Bertha
padecía la misma enfermedad mental que su madre. Cuando Rochester lo descubrió
ya era tarde y tiene que mantener a Bertha encerrada porque es peligrosa.
Ya a solas Rochester le pide perdón a Jane
por haberla engañado, pero le dice que no cree que sea justo que esté obligado
a estar unido a esa mujer y renunciar a su amor y le propone vivir juntos como
si fueran marido y mujer, aunque no lo sean legalmente.
Jane huye de madrugada porque no puede
aceptar esa vida, pero no sabe si será capaz de decirle que no a Rochester nuevamente.
Huye prácticamente con lo puesto y está a punto de morir de hambre, pero la recogen
los hermanos Rivers (sir John, Mary y Diana). Son tres hermanos de una familia
venida a menos, por lo que las hermanas deben trabajar como institutrices y sir
John es párroco en una pequeña parroquia. Jane adopta el nombre de Jane Elliot
porque no quiere que nadie conozca su historia con Rochester y empieza a trabajar
como maestra en una escuela para las niñas pobres del pueblo. Tiempo después sir
John le cuenta que ha recibido una carta de Biggs donde le dice que el tío de
Jane ha muerto y le ha dejado toda su fortuna. La carta la ha recibido sir John
porque el abogado no ha podido encontrar a Jane y resulta que sir John, Mary y
Diana son primos de Jane. Jane entonces decide compartir su herencia con ellos
para que Mary y Diana puedan dejar los trabajos que odian y empiezan a vivir
juntos. Sir John quiere irse a la India como misionero y le pide a Jane que se
case con él y le acompañe. Jane le dice que puede acompañarle como hermana,
pero sir John dice que no pueden viajar juntos sin estar casados. Así que Jane
lo rechaza, porque no puede casarse con él porque ninguno de los dos ama al otro.
Además, Jane ha intentado escribir a la señora Fairfax para saber algo de
Rochester, pero no ha obtenido respuesta y necesita saberlo, así que decide ir
a Thornfield.
Cuando llega allí se encuentra la casa en
ruinas. En el pueblo le cuentan que hubo un incendio, Bertha murió y el señor
Rochester quedó ciego y perdió una mano y ahora vive como un ermitaño en otra propiedad
que tiene. Jane se presenta allí y le declara su amor a Rochester. Se casan y
forman una familia, tienen dos niños y Rochester acaba recuperando la vista.
Jane cambia a Adèle a una escuela más cercana a la casa para que pueda pasar
más tiempo allí. Mary y Diana también se casan y Sir John es feliz cumpliendo
su vocación como misionero.
Aunque lo he leído varias veces me sigue
encantando cada vez que lo leo. Jane se guía siempre por sus principios y lo
que ella cree que es lo correcto, aunque eso no la lleve siempre a la
felicidad. Pero al final tiene su recompensa y después de todas las carencias
que ha tenido consigue lo que ha querido siempre, una familia.
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