La Regenta cuenta la historia de Ana Ozores, "la Regenta" (llamada así porque su marido fue Regente de la Audiencia de Vetusta"). Ana es una mujer que perdió a su madre siendo muy niña y fue criada por un aya contratada por su padre. Esta mujer nunca le dio cariño y la castigaba constantemente con ayunos y encierros. Cuando tiene 10 años se escapa de uno de estos encierros y pasa la noche con un niño de 12 años en una barca. Todos consideran que han cometido un gran pecado y la juzgan por ello. Además consideran que lleva el pecado en la sangre, ya que su madre era una modista italiana que se había casado por amor con el padre de Ana, don Carlos Ozores, miembro de una de las familias nobles de Vetusta (para disgusto de sus hermanas y de la sociedad de la ciudad, que consideraban que había sido engatusado por su mujer). Ana vive un tiempo relativamente feliz con su padre, pero, cuando este muere, se queda sola y arruinada, y sus tías se la llevan a Vetusta a vivir con ellas. Quieren que se case con una persona apropiada, pero Ana no muestra interés por ningún caballero de Vetusta. Aparece entonces en la ciudad don Frutos Redondo, un hombre de gran fortuna que pide la mano de Ana. Ella no quiere casarse con él y se encierra en su habitación durante ocho días. Finalmente, don Víctor Quintanar pide su mano. Ana no le ama pero le tiene aprecio y le ve como una oportunidad para huir de sus tías y ser feliz. Y se casan, a pesar de que él es mucho mayo que ella (ella tiene 19 años y él más de 40).
Ana es relativamente feliz con Víctor. Pero poco a poco se va sintiendo frustrada porque él solo siente interés por irse de caza con su amigo Frígilis y por las obras de teatro clásico español. Ana se siente frustrada también porque no es madre.
La sociedad de Vetusta es bastante hipócrita. Sus habitantes, de cara a los demás predican que lo más importante es la decencia y el decoro, pero luego comenten muchos de los vicios de los que acusan a los demás. Ana no consigue adaptarse a esta sociedad y nunca se lo perdonan. Ana no ha caído en esos vicios y, como creen que eso la hace mejor que ellos, no pararán hasta verla caer. Intentan que caiga en las redes de Álvaro Mesía y cometa adulterio con él.
Fermín de Pas es el magistral de la catedral de Vetusta. Aparentemente es un hombre religioso, pero lo que más le mueve es la ambición. Quiere conseguir cada vez más poder. Cuando Ana se confiesa con él y le dice que está empezando a tener tentaciones con Álvaro Mesía, él le dice que se apoye en la religión para no caer, pero finalmente él mismo intenta seducirla y eso la acaba echando del todo en brazos de don Álvaro.
Don Álvaro es el don Juan de Vetusta. Es un hombre hipócrita. Ha seducido a mucha de las mujeres de Vetusta. Es el jefe del parido liberal y el director del casino. Seduce a Ana porque para él es un reto seducir a la Regenta, pero luego la abandona cuando todos la rechazan.
Don Víctor es un hombre que tiene un sentido del honor como el que aparece en las obras de teatro que tanto le gustan. Cuando descubre el adulterio de Ana con don Álvaro, reta a este a un duelo. En el duelo don Álvaro mata a don Víctor y huye de la ciudad, dejando a Ana abandonada.
La sociedad de Vetusta da entonces la espalda a Ana, que acaba abandonada por todos (al final de la novela acaba desmayada en el suelo de la catedral). De esta forma se cumple el destino que a Ana le habían dicho que era el suyo desde pequeña, que llevaba en los genes el pecado de sus padres y al final acaba cometiéndolo ella también.
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