Cumbres borrascosas, Emily Brontë

 

   Cumbres borrascosas es la historia de Catherine y Heathcliff. La novela comienza en el año 1801, cuando el señor Lockwood llega a Cumbres borrascosas para visitar al dueño, el señor Heathcliff, ya que este le ha alquilado otra de sus posesiones, la Granja de los Tordos y el nuevo inquilino quiere presentarse a su casero. Lockwood queda impresionado (y no para bien) por los habitantes de la casa y quiere saber más de ellos.

   La novela tiene dos narradores, el señor Lockwood, que narra su llegada a la casa y las sensaciones que tiene al conocer a sus habitantes (y luego al final su vuelta a la casa), y la señora Dean. Esta es el ama de llaves de la Granja de los Tordos y conoce a los habitantes de Cumbres borrascosas desde siempre. El señor Lockwood coge un resfriado y cae enfermo y le pide a la señora Dean que le cuente la historia de Heathcliff y el resto de habitantes de la casa, y así ella se convierte en la segunda narradora.

   La historia abarca unos 25 años aproximadamente. Empieza en 1801, con la llegada de Lockwood, salta hacia atrás en el tiempo cuando la señora Dean comienza a contar la historia (unos 25 años, hasta la infancia de Heathcliff y Catherine) y acaba en 1802, con la vuelta de Lockwood a la casa.

   Los protagonistas de la historia son Heathcliff y Catherine Earnshaw (después Catherine Linton). Heathcliff y Catherine se crían juntos desde que el padre de Catherine lleva a Heathcliff a su casa cuando este es solo un niño y se lo encuentra abandonado y medio salvaje en las calles de Liverpool. Desde entonces, Catherine y él se hacen íntimos y, aunque se quieren mucho, se hacen también mucho daño por culpa de su carácter. Otros personajes importantes son Hindley Earnshaw (hermano mayor de Catherine), su hijo Hareton, los hermanos Edgar e Isabella Linton, Catherine Linton y Linton Heathcliff. En general ninguno de los personajes provoca lástima o empatía en el lector, al menos no durante mucho tiempo. Algunos despiertan simpatía o lástima en algunos momentos, pero luego tienen algún comportamiento que los hace odiosos o que hace entender por qué otros personajes no se portan bien con ellos. Muestran las peores pasiones de la humanidad y no son en ningún caso personajes idealizados.

   Uno de los temas más importantes de la novela es el amor. Aparecen muchos tipos de amor: el amor tóxico (el de Catherine y Heatcliff), el amor puro y desinteresado (el de Edgar Linton por Catherine), el amor interesado (el de Catherine por Edgar), el amor idealizado (el de Isabella por Heathcliff, que pronto se volverá desengaño)… Además del amor aparecen otras pasiones humanas como los celos, la venganza y la crueldad. La vida de Heathcliff se convierte en una cruzada para vengarse de Hindley Earnshaw principalmente porque no le ha tratado bien y no le importa ser cruel y llevarse por delante a quien sea para conseguir su objetivo. Aparece también el tema de la religión, varios personajes blasfeman e incluso se burlan de la existencia de Dios y de la vida después de la muerte, aunque hay otros personajes que sí sienten respeto por eso como la señora Dean e incluso algunos muy religiosos, como Joseph, trabajador de Cumbres borrascosas.

   Es muy importante también en el libro el espacio, las dos casas, Cumbres borrascosas y la Granja de los Tordos juegan un papel importante en la novela. Pero, sobre todo, es muy importante la naturaleza, los páramos donde se encuentran las casas. La naturaleza muchas veces refleja el estado de ánimo y los sentimientos de los personajes, cuando están tristes o enfadados, hay tormentas o muy mal tiempo.

   Aunque muchas veces se califica esta novela como novela romántica es una novela gótica. Aunque tiene elementos en común con el Romanticismo, como la aparición de espíritus o el hecho de que la naturaleza refleje el estado de ánimo de los personajes, en realidad, toda su estética es la de las novelas góticas. Las tempestades, las casas ruinosas, la naturaleza en su estado más salvaje, los espíritus y las invocaciones al Diablo…

   Aunque no es fácil encariñarse con los personajes o empatizar con ellos, al final, la historia se suaviza un poco y sí se puede sentir algo de simpatía por algunos. En general es una lectura amena que atrapa desde el principio. No es la primera vez que la leo y no será la última.

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