Es la segunda parte de Ana de las Tejas Verdes. Aquí se retoma la historia de Ana donde se quedó en el primer libro. Ahora Ana tiene 17 años y es maestra en la escuela de Avonlea. Aunque ya no es una niña, Ana sigue manteniendo su fantasía y sigue metiéndose en algún lío.
Igual que en el primer libro, es importante el tema de la amistad. Ana sigue manteniendo una gran amistad con Diana Barry. Ya ha superado su rivalidad con Gilbert Blythe y ahora son amigos, aunque según va avanzando el libro, vemos que sus sentimientos van variando un poco y quizá esa amistad pueda convertirse en algo más. Además, Ana sigue manteniendo amistad con algunos habitantes del pueblo que aparecían en el primer libro y hace nuevas amistades son personajes nuevos. Pero lo más importante para Ana es la familia. Ana vive con Marilla desde que Matthew murió y ella renunció a su beca para quedarse en Tejas Verdes. Pero la familia aumenta de repente cuando Marilla se hace cargo de dos mellizos (Dora y Davy) de 6 años que quedan huérfanos. En seguida se encariñan con ellos (sobre todo con el travieso Davy) y se convierten en parte de la familia. Además, Ana tiene a sus alumnos, a los que quiere mucho y, aunque algunos al principio no la aceptan de buen grado, acaba ganándoselos a todos.
Ana se va convirtiendo en adulta y, al final del libro, las circunstancias le permiten irse a a estudiar a la universidad, ya que su vecina Rachel Lynde va a vivir con Marilla y esta ya no estará sola.
Igual que el primero de la serie, es un libro que se
lee muy fácilmente y que deja con ganas de leer el siguiente para saber qué le
deparará el futuro a Ana: sus estudios, su relación con Gilbert y las próximas
aventuras que vivirá.
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