La historia está narrada en primera persona por su protagonista, el doctor David Evans. Desde la cárcel cuenta su historia y el motivo que le ha llevado hasta allí. Todo empieza cuando tiene que operar a un paciente muy especial, el presidente de Estados Unidos. Una noche, poco antes de la operación, llega a su casa y descubre que su hija de 7 años ha sido secuestrada. El secuestrador, el enigmático señor White, quiere que mate al presidente durante la operación si quiere recuperar a su hija con vida. A partir de ahí empieza el infierno del protagonista, que debe elegir entre su amor como padre y su deber como médico. No es el único que tiene que tomar una decisión así, también aparece la agente del Servicio Secreto Kate Robson, cuñada de David, que tendrá que elegir entre su deber como agente y su amor por su sobrina.
El señor White, el antagonista, es un personaje del que no sabemos mucho. No conocemos su nombre real, ni mucho de su aspecto, ni su origen ni de dónde ha surgido. Lo único que sabemos es que es un hombre sin empatía, al que no le importa hacer daño a quien sea con tal de conseguir su objetivo, que disfruta manipulando a la gente para conseguir que hagan lo que él quiera y que es muy escurridizo.
Durante todo el libro vivimos las emociones de David
y se mantiene la intriga en todo momento por saber qué ocurrirá, si David
cumplirá las órdenes del señor White, si logrará salvar a su hija… Por lo tanto
se lee muy rápido. Lo recomiendo totalmente.
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