miércoles, 2 de septiembre de 2020

Drácula, Bram Stoker

 Cuarta lectura del nivel 3 del reto "Todos los clásicos grandes y pequeños" de Las Inquilinas de Netherfield "Clásico de terror o gótico"

   A través de fragmentos de diarios y cartas de los protagonistas vamos conociendo la historia del conde Drácula, el vampiro por excelencia.

   Jonathan Harker es el primero en conocer al conde y está a punto de morir en su castillo transilvano, aunque, milagrosamente, consigue salir de allí con vida y casarse con su prometida, Mina.

   Mientras Mina espera el regreso de Jonathan se escribe cartas con su amiga Lucy. Esta le cuenta que ha recibido tres propuestas de matrimonio: del doctor Seward, de Quincey Morris y de Arthur Holonwood y ha aceptado a este último. Mina va a visitar a Lucy a Whiby y Lucy sufre allí varios episodios de sonambulismo, que Mina achaca a los nervios por la boda. Mina recibe noticias de Jonathan, que está en un hospital de Budapest recuperándose de una encefalitis, así que va a reuinirse con él. Allí se casan y permanecen hasta que Jonathan se recupera.

   Lucy empieza a perder la salud. El doctor Seward empieza a tratarla y pide ayuda a su amigo el doctor Van Helsing. Cada vez está más débil porque pierde sangre, pero no saben por qué, ya que no hay ninguna herida visible, excepto dos pequeños agujeros en el cuello por los que es imposible que pierda tanta cantidad de sangre. Van Helsing comienza  a sospechar lo que le ocurre y, aunque intentan salvarla finalmente Lucy muere. Sin embargo, con la muerte no acaban los sufrimientos. Cuando empiezan a desaparecer niños por la noche y aparecen por la mañana con las mismas marcas que Lucy en el cuello y dicen que han estado con una hermosa señora, Van Helsing confirma sus sospechas: la muerte de Lucy fue obra de Drácula y ahora ella se ha convertido también en una no muerta.

   Van Helsing convence al doctor Seward, a Quincey Morris y a Arthur de que le acompañen una noche para descubrir a Lucy mordiendo a un niño, pues sabe que si no lo ven con sus propios ojos no lo creerán. Cuando descubren en qué se ha convertido Lucy, no dudan en ayudar a Van Helsing. Encierran a  Lucy en su tumba, le clavan una estaca en el corazón y le cortan la cabeza, salvando de esta forma su alma, ya que deja de ser una no muerta.

   En este tiempo, Mina ha escrito cartas a Lucy y Van Helsing le escribe para contarle que su amiga ha muerto, después va a visitarla. Mina está preocupada por Jonathan, ha leído su diario y conoce todos los horrores que vivió en el castillo de Drácula, pero no sabe si es realidad o son delirios de su marido por su enfermedad. Decide pedirle ayuda a Van Helsing. Después de leer el diario de Jonathan, Van Helsing les cuenta a los Harker lo ocurrido con Lucy y todos deciden que deben acabar con Drácula.

   Así pues, Mina y Jonathan se alojan con el doctor Seward y todo el grupo se une para acabar con el conde. Sin embargo, Drácula consigue acercarse a Mina y morderla, y ella comienza a cambiar igual que le ocurrió a Lucy. Intentan matar a Drácula en Londres, pero él logra huir, así que todo el grupo viaja a Transilvania persiguiéndolo. La persecución se convierte en una contrarreloj, ya que Mina está empezando a transformarse, pero, finalmente, consiguen acabar con el conde y salvarla. Aunque Quincey Morris muere en la aventura. Por eso, cuando Mina y Jonathan tienen un hijo, le ponen el nombre de todos los del grupo, pero le llaman Quincey en su honor.


martes, 11 de agosto de 2020

Agnes Grey, Anne Brontë

 Leído para el nivel 3 del reto "Todos los clásicos grandes y pequeños" de Las Inquilinas de Netherfield  Clásico en el que aparezca el nombre de uno de los personajes en el título.

 

 Agnes vive feliz con sus padres y su hermana mayor, Mary. Cuando Agnes tiene unos 18 años, su padre, queriendo aumentar sus ingresos para mejorar sus condiciones de vida, invierte gran parte de su dinero y lo pierde, de forma que la situación económica de su familia empeora mucho. Agnes quiere trabajar como institutriz para ayudar a su familia. Al principio, estos se niegan, porque como Agnes es la pequeña, siempre la han tenido protegida, pero finalmente aceptan. Agnes cree que si enseña a niños pequeños le resultará más fácil, así que empieza a trabajar en una casa donde tiene que enseñar a un niño y una niña.

   Los niños no solo no quieren aprender sino que disfrutan portándose mal y desobedeciendo. Los padres pretenden que Agnes los corrija, pero sin regañarlos ni castigarlos, de manera que Agnes no puede hacerse con ellos y acaban despidiéndola.

    Pasa un tiempo con su familia y luego vuelve con otra familia. Esta vez para ser institutriz de dos jovencitas (Rosalie y Matilda Murray). Estas tampoco tienen mucha predisposición al estudio y Agnes acaba dando clase solo cuando sus alumnas quieren.

   En sus ratos libres Agnes visita a los colonos, especialmente a la anciana Nancy Brown, que vive sola y tiene mal la vista. Agnes va a hacerle compañía y a leer para ella.

   Un día coincide en casa de Nancy con el señor Weston, que es el ayudante del rector Hatfield, que se preocupa por sus feligreses mucho más que el rector.

   La señorita Rosalie (la mayor de las alumnas de Agnes) quiere casarse con un hombre rico, pero hasta que esto ocurra se divierte coqueteando con otros hombres para poder rechazarlos si se le declaran. Esto ocurre con el rector Hatfield y, después de eso, Rosalie se propone hacer lo mismo con el señor Weston. Incluso cuando se promete con sir Thomas, Rosalie lo mantiene en secreto casi hasta el día de la boda para seguir con sus juegos.

   Durante ese tiempo, Rosalie mantiene a Agnes siempre ocupada, impidéndola econtrarse con el señor Weston y le dice a este que Agnes no quiere ir a la iglesia y que solo quiere estar en casa leyendo. Agnes echa de menos encontrarse con el señor Weston y se da cuenta de que se ha enamorado de él.

    Poco después de la boda de Rosalie, y cuando queda poco para las vacaciones, Agnes recibe una carta de su casa, su padre se encuentra muy mal de salud. Agnes pide permiso para adelantarlas y llega a su casa, pero, lamentablemente, su padre ya ha muerto.

   La madre de Agnes le propone que deje su trabajo y alquilen juntas una casa para fundar una academia. Agnes vuelve a Horton, a casa de los Murray, durante 6 semanas mientras su madre prepara la casa. Cuando se despide del señor Weston este le dice que volverá a verse y ella le dice que le gustaría.

   Agnes comienza su nueva vida anhelando noticias o la visita del señor Weston, pero, al no recibir nada, va perdiendo la esperanza. Rosalie escribe a Anne para invitarla a visitarla en verano y Agnes acepta esperando recibir noticias del señor Weston, ya que la casa de Rosalie está cerca de Horton. Pero solo descubre que el señor Weston se ha marchado hace un mes y Rosalie no sabe dónde ha ido. Agnes pasa unos días allí y vuelve a su casa.

   Un día Agnes sale a dar un paseo y se encuentra con el señor Weston. Ahora es el párroco de una pequeña parroquia muy cercana a donde vive Agnes y le dice que ha estado buscándola. Comienza a visitarlas a ella y a su madre hasta que reúne valor para confesarle a Agnes su amor. La madre de Agnes contrata a una ayudante para la academia y Agnes se casa con el señor Weston y son muy felices.


viernes, 24 de julio de 2020

Sentido y sensibilidad, Jane Austen

     Leído para el nivel 3 del reto "Todos los clásicos grandes y pequeños" de Las Inquilinas de Netherfield "Clásico protagonizado por una familia"

Sentido y sensibilidad cuenta la historia de la familia Dashwood, centrándose sobre todo en las hermanas Elinor y Marianne. La señora Dashwood y sus tres hijas (Elinor, Marianne y Margaret) se ven obligadas  a abandonar su hogar cuando muere el señor Dashwood y la casa pasa en herencia a su hijo John (fruto de su primer matrimonio). Sir John Middleton, primo de la señora Dashwood, les ofrece una casa de campo cerca de su propiedad. Y las cuatro se mudan allí.

   Elinor y Marianne son totalmente distintas. Elinor es sensata, juiciosa, procura no dejarse llevar por sus sentimientos excesivamente e intenta ocultar su sufrimiento a los demás. Marianne, por el contrario, es impulsiva, romántica e incapaz de disimular sus sentimientos, tanto para bien como para mal.

   Ambas sufren por amor, aunque lo llevan de manera totalmente diferente. Elinor se enamora de Edward Ferrars, hermano de su cuñada Fanny y parece que él la corresponde. Sin embargo, tiempo después Elinor descubre que Edward está prometido en secreto con la señorita Lucy Steele. Efectivamente Edward se prometió con ella en secreto años atrás y, aunque se ha dado cuenta de que no la ama realmente y ama a Elinor, no quiere romper su compromiso porque ha dado su palabra. Elinor lo descubre porque se lo cuenta la propia señorita Steele, pero le pide que no se lo cuente a nadie. Así que Elinor mantiene su sufrimiento en silencio sin compartirlo con nadie. Finalmente cuando se descubre el compromiso la familia de Edward le deshereda porque no aprueban el matrimonio, de forma que su hermano Robert heredará todo. La señorita Steele le declara entonces a Edward que su afecto por él ha desaparecido y que está enamorada de Robert, así que Edward decide liberarla de su compromiso y va a visitar a las Dashwood para declararse a Elinor. Las Dashwood han oído que la señorita Steele se ha casado con el señor Ferrars y creen que es Edward. Cuando este las visita, Elinor le pregunta por su esposa y él les cuenta lo que ha ocurrido. La pobre Elinor puede por fin dar rienda suelta a sus sentimientos (lo que le hace salir corriendo de la habitación entre lágrimas). Así que finalmente Edward le declara su amor a Elinor y acaban juntos.

   Marianne, por su parte, se enamora locamente de Willoughby, un joven al que conoce cuando sufre un pequeño accidente. Marianne y Margaret están pasesando cuando Marianne se cae y se hace daño en un tobillo. Willoughby pasaba por allí y la coge en brazos para llevarla a casa. Causa muy buena impresión en las Dashwood, sobre todo en Marianne y en su madre y empieza a visitarlas a menudo. Marianne descubre que comparten muchos gustos en música, arte, literatura y se va enamorando cada vez más de él. Parece que él la corresponde, sin embargo, él espera heredar la fortuna de una tía que no le dejará nada si no se casa con una mujer de una posición social más alta. Así que finalmente Willoughby se promete con otra mujer y rompe toda relación con Marianne, dejándola totalmente destrozada, tanto que cae enferma incluso. Durante esta enfermedad, el coronel Brandon está totalmente pendiente de ella. El coronel es un amigo de sin John, al que las Dashwood conocen cuando se mudan. Se enamora de Marianne prácticamente desde que la conoce, cuando la escucha tocar el piano, de hecho, Sir John y su suegra hacen bromas sobre el tema delante de las Dashwood, bromas que Elinor y su madre no se toman en serio, pero que enfandan a Marianne porque considera que el coronel es demasiado mayor para casarse (ella tiene 17 años y él 35). Cuando Marianne cae enferma Elinor y su madre se dan cuenta de que verdaderamente el coronel ama a Marianne. Poco a poco Marianne va recuperándose y comienza a pasar más tiempo con el coronel y acaba enamorándose de él y finalmente se casan. De esta forma, las dos hermanas acaban casadas y viviendo muy cerca una de la otra ya que, cuando Edward es desheredado y se queda sin modo de vida, el coronel Brandon, que sabía porque se lo habían contado las Dashwood que Edward quería dedicarse a la iglesia, le ofrece una pequeña parroquia.

   Finalmente, las dos hermanas acaban felices y contagiadas un poco del carácter de la otra. Elinor muestra sus sentimientos por fin y Marianne se vuelve un poco más sensata y menos apasionada.


lunes, 6 de julio de 2020

Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carroll

Primera lectura del nivel 3 del reto "Todos los clásicos grandes y pequeños" de Las Inquilinas de Netherfield "Clásico infantil o juvenil"

 

 Alicia está sentada junto a su hermana, aburrida, cuando de repente ve pasar un conejo blanco que, mirando su reloj, exclama que llega tarde y sale corriendo. Alicia siente curiosidad y decide seguirlo. El conejo entra en una madriguera y ella entra tras él. Entonces comienza a caer al vacío y así viaja al País de las Maravillas. En este lugar Alicia vive cosas muy extrañas: hay comidas y bebidas que le hacen crecer o encoger, animales que hablan y se comportan de manera extraña, unos reyes y toda su corte compuesta por cartas de la baraja…  

   Alicia conoce en su viaje a varios personajes: el Conejo Blanco (que siempre va acelerado porque llega tarde); la Liebre de Marzo, El Sombrerero Loco y el Lirón (con los que toma un té totalmente caótico y de locos); el gato de Cheshire (que aparece y desaparece cuando menos se lo espera); la Duquesa y su bebé (que se transforma en un cerdo), la Reina de Corazones (que quiere cortarle la cabeza a todo el mundo) y su corte formada por cartas de la baraja; entre otros.

   Mientras está en el País de las Maravillas, Alicia vive varias aventuras: el extaño té con el Sombrerero y la Liebre; una partida de críquet con la Reina en la que los palos son flamencos y las pelotas erizos; e incluso se ve envuelta en un juicio en el que la llaman a declarar como testigo a pesar de que ella no sabe nada. La Reina de Corazones acaba pidiendo que le corten la cabeza y todas las cartas atacan a Alicia y se desploman encima de ella.

   Entonces Alicia despierta y vuelve a estar junto a su hermana y le cuenta el extraño sueño que ha tenido. Después Alicia se marcha a preparase para el té y su hermana se queda dormida bajo el árbol soñando con la historia que le ha contado Alicia.


jueves, 2 de julio de 2020

MIddlemarch, George Eliot

Última lectura del nivel 2 del reto "Todos los clásicos grandes y pequeños" de Las Inquilinas de Netherfield "Clásico publicado con seudónimo"

   En esta novela se narra la vida de varias personas que viven en Middlemarch, centrándose sobre todo en tres parejas.

   La primera pareja está formada por Dorothea Brooke y el señor Casaubon. Se casan pensando que van a ser muy felices a pesar de que él es bastante mayor que ella porque ambos ven el matrimonio como una unión en la que el hombre hace el papel de profesor y guía y enseña a la mujer, pero pronto descubren que no todo es tan idílico como pensaban. Dorothea se siente menospreciada en muchas ocasiones y desplazada porque para Casaubon lo más importante son sus estudios. Y Casaubon está celoso de su primo Will Ladislaw porque Dorothea y él se llevan muy bien y Casaubon cree que Will está enamorado de Dorothea (cosa que resulta ser verdad). De hecho, cuando Casaubon muere deja dicho en su testamento que si Dorothea se casa con Ladislaw perderá toda la herencia. Después de varios malos entendidos y alejamientos, finalmente Will y Dorothea se dan cuenta de que se aman y ella renuncia a su fortuna y se casa con él.

   La segunda pareja la forman el doctor Tertius Lydgate y Rosamund Vincy. También descubren que el matrimonio no es tan feliz como ellos pensaban. El doctor se casa con Rosamund porque es hermosa. Él estuvo enamorado hace tiempo y le rompieron el corazón y cree que no volverá a enamorarse nunca, pero se acaba enamorando perdidamente de Rosamund y, cuando cree que ella ya no le quiere es totalmente infeliz. Rosamund se casa con Lydgate porque lo considera más interesante que sus otros pretendientes y porque cree que con él va a tener una buena posición económica y social. Sin embargo, comienzan a vivir por encima de sus posibilidades y acumular deudas y el doctro Lydgate empieza a perder simpatías. Su situación empeora hasta que están a punto de perder la casa. Lo evitan gracias a un préstamo del señor Bulstrode, tío de Rosamund. Pero el señor Bulstrode se ve envuelto en un escándolo y todo el mundo cree que el señor Lydgate lo sabía y el préstamo es en realidad un soborno. Aunque al final gracias a Dorothea se acaba sabiendo la verdad y recuperar parte de su posición. El matrimonio está a punto de fracasar pero, al igual que su economía, su amor acaba remontando.

   La tercera pareja está formada por Fred Vincy y Mary Garth. Fred es el hermano de Rosamund, un muchacho mimado por su madre desde pequeño, derrochador y jugador. Fred y Mary se conocen desde pequeños y están enamorados, pero Mary es una persona trabajadora y no quiere casarse con un hombre así. Fred tiene la esperanza de recibir una herencia de un tío suyo, pero cuando este muere y no le deja nada debe buscar un modo de vida. Su padre quiere que estudie para hacerse clérigo, pero él no tiene vocación. No obstante, para no disgustar más a su padre, acaba realizando los estudios. Mary no quiere que sea clérigo porque sabe que no quiere serlo y que si lo hace será un hipócrita y un mal clérigo y dice que nunca se casará con él si se ordena. Por lo tanto, Fred busca otro trabajo para poder casarse con Mary. Empieza a trabajar como ayudante del señor Garth (el padre de Mary) como administrador de fincas. Hasta que, finalmente, acaba como administrador de una finca que pertenece a los señores Bulstrode y puede casarse con Mary y vivir allí con ella.

   Aunque las tres parejas pasan por muchas dificultades, finalmente son felices. En la novela se muestra la hipocresía que tienen muchas de las personas de Middlemarch y lo importante que son las apariencias y la posición social, por ejemplo, muchos de los habitantes critican a Dorothea por bajar su posición al casarse con Will.

   Es una novela bastante larga (tiene más de 1000 páginas) pero merece la pena, no se hace pesada.


lunes, 18 de mayo de 2020

La Regenta, Leopoldo Alas "Clarín"

Cuarta lectura del nivel 2 del reto "Clásicos grandes y pequeños" de Las Inquilinas de Netherfield "Clásico escrito originalmente en español"


   La Regenta cuenta la historia de Ana Ozores, "la Regenta" (llamada así porque su marido fue Regente de la Audiencia de Vetusta"). Ana es una mujer que perdió a su madre siendo muy niña y fue criada por un aya contratada por su padre. Esta mujer nunca le dio cariño y la castigaba constantemente con ayunos y encierros. Cuando tiene 10 años se escapa de uno de estos encierros y pasa la noche con un niño de 12 años en una barca. Todos consideran que han cometido un gran pecado y la juzgan por ello. Además consideran que lleva el pecado en la sangre, ya que su madre era una modista italiana que se había casado por amor con el padre de Ana, don Carlos Ozores, miembro de una de las familias nobles de Vetusta (para disgusto de sus hermanas y de la sociedad de la ciudad, que consideraban que había sido engatusado por su mujer). Ana vive un tiempo relativamente feliz con su padre, pero, cuando este muere, se queda sola y arruinada, y sus tías se la llevan a Vetusta a vivir con ellas. Quieren que se case con una persona apropiada, pero Ana no muestra interés por ningún caballero de Vetusta. Aparece entonces en la ciudad don Frutos Redondo, un hombre de gran fortuna que pide la mano de Ana. Ella no quiere casarse con él y se encierra en su habitación durante ocho días. Finalmente, don Víctor Quintanar pide su mano. Ana no le ama pero le tiene aprecio y le ve como una oportunidad para huir de sus tías y ser feliz. Y se casan, a pesar de que él es mucho mayo que ella (ella tiene 19 años y él más de 40).

   Ana es relativamente feliz con Víctor. Pero poco a poco se va sintiendo frustrada porque él solo siente interés por irse de caza con su amigo Frígilis y por las obras de teatro clásico español. Ana se siente frustrada también porque no es madre. 

   La sociedad de Vetusta es bastante hipócrita. Sus habitantes, de cara a los demás predican que lo más importante es la decencia y el decoro, pero luego comenten muchos de los vicios de los que acusan a los demás. Ana no consigue adaptarse a esta sociedad y nunca se lo perdonan. Ana no ha caído en esos vicios y, como creen que eso la hace mejor que ellos, no pararán hasta verla caer. Intentan que caiga en las redes de Álvaro Mesía y cometa adulterio con él.

   Fermín de Pas es el magistral de la catedral de Vetusta. Aparentemente es un hombre religioso, pero lo que más le mueve es la ambición. Quiere conseguir cada vez más poder. Cuando Ana se confiesa con él y le dice que está empezando a tener tentaciones con Álvaro Mesía, él le dice que se apoye en la religión para no caer, pero finalmente él mismo intenta seducirla y eso la acaba echando del todo en brazos de don Álvaro.

   Don Álvaro es el don Juan de Vetusta. Es un hombre hipócrita. Ha seducido a mucha de las mujeres de Vetusta. Es el jefe del parido liberal y el director del casino. Seduce a Ana porque para él es un reto seducir a la Regenta, pero luego la abandona cuando todos la rechazan.

   Don Víctor es un hombre que tiene un sentido del honor como el que aparece en las obras de teatro que tanto le gustan. Cuando descubre el adulterio de Ana con don Álvaro, reta a este a un duelo. En el duelo don Álvaro mata a don Víctor y huye de la ciudad, dejando a Ana abandonada. 

   La sociedad de Vetusta da entonces la espalda a Ana, que acaba abandonada por todos (al final de la novela acaba desmayada en el suelo de la catedral). De esta forma se cumple el destino que a Ana le habían dicho que era el suyo desde pequeña, que llevaba en los genes el pecado de sus padres y al final acaba cometiéndolo ella también. 

   

sábado, 2 de mayo de 2020

Norte y Sur, Elizabeth Gaskell

Libro leído para el reto "Todos los clásicos grandes y pequeños" de Las Inquilinas de Netherfield    "Clásico con adaptación en formato serie o miniserie"



   Margaret Hale es una joven de 18 años que ha pasado los últimos nueve viviendo en Londres con su tía Shaw, compartiendo su vida con su prima Edith como si fueran hermanas. Ahora Edith va a casarse con el capitán Lennox y Margaret volverá a vivir con sus padres. Su padre es clérigo y vive con su esposa en la rectoría de Helstone, una aldea en el sur de Inglaterra. Margaret vuelve por fin a su hogar y vive feliz, aunque le entristece un poco ver que su madre se queja porque le gustaría que su padre buscara un beneficio más próspero. Un día reciben la visita de Henry Lennox, hermano del capitán. Este le pide a Margaret matrimonio, pero ella le rechaza porque solo lo ve como un amigo.

   Días después los Hale deben dejar su hogar. El señor Hale ha renunciado a su oficio como clérigo porque tiene dudas que moralmente no le permiten seguir ejerciendo. Van a mudarse a la ciudad industrial de Milton, en el norte, donde el señor Hale va a trabajar como profesor particular.

   Uno de los alumnos del señor Hale es el señor John Thornton, el dueño de una de las fábricas más importantes de la ciudad. Margaret le toma antipatía desde el principio, a pesar de que a su padre le cae bien porque considera que un comerciante está por debajo de ellos socialmente. A Margaret le cuesta adaptarse a la vida en Milton. Para ella el sur representa lo idílico, la armonía, el decoro… mientras que el norte representa la suciedad, la violencia y la rudeza. Además en el norte le dan más importancia al dinero y al trabajo que a la educación. El señor Thornton comienza a frecuentar la casa de los Hale y entre él y Margaret surge desde el principio una atracción, aunque a la vez ambos sienten repulsión, ya que Margaret le desprecia por ser comerciante y él la desprecia a ella porque la considera demasiado altiva y pagada de sí misma.

   La señora Hale no termina de adaptarse a la ciudad. Su salud se va resintiendo y se encuentra cada vez peor. Cuando saben que es cuestión de tiempo que muera, la señora Hale le pide a Margaret que escriba a Frederick, ya que quiere verlo antes de morir. Frederick es el hermano mayor de Margaret. Vive en España con una identidad falsa, ya que fue acusado de participar en un motín y no puede volver a Inglaterra porque le juzgarán y seguramente le matarán. La señora Hale sabe que es arriesgado que vaya, pero quiere verle antes de morir, así que Margaret le escribe.

   Margaret conoce a una muchacha llamada Bessy Higgins y a su padre. Bessy está muy enferma y su padre trabaja en una de las fábricas de Milton y además pertenece al sindicato. En una de las visitas que Mary hace a los Higgins conoce al señor Boucher, un trabajador que no tiene dinero suficiente para mantener a su familia y va a pedirle ayuda a Higgins. Los trabajadores no están contentos con los salarios y están organizando una huelga.

   La salud de la señora Hale sigue empeorando y el médico les dice que le vendría bien un colchón de agua. La madre del señor Thornton tiene uno y Margaret va a pedírselo. Mientras está en la casa, que está situada al lado de la fábrica del señor Thornton, se produce una revuelta. Los obreros están furiosos porque el señor Thornton ha contratado obreros irlandeses para que trabajen, ya que ellos están en huelga y van a buscarlo. El señor Thornton va a la casa para comprobar que su madre y su hermana están bien y encuentra allí a Margaret. La señora Thornton y su hija se refugian en otra habitación de la casa, pero Margaret se queda con el señor Thornton en el salón. Le dice que debería salir a hablar con los obreros, que es un cobarde si no lo hace y él sale. Pero Margaret ve, horrorizada que algunos se están preparando para lanzarle cosas y, sin pensarlo, sale y le echa los brazos al cuello interponiéndose entre él y la multitud. Una piedra le da en la cabeza y se desmaya. El señor Thornton la lleva dentro y le confiesa que la ama, aunque ella no puede oírle. Le pide a su madre que la atienda porque él tiene que ir a la fábrica a comprobar que los obreros se encuentran bien, ya que la multitud va para allá. La señora Thornton llama al médico, Margaret se recupera e insiste en irse a casa porque no quiere preocupar a sus padres.

   Al día siguiente el señor Thornton va a ver cómo se encuentra Margaret. Le confiesa que está enamorado de ella y le da las gracias por salvarle. Pero ella se siente ofendida y le dice que habría salvado a cualquier hombre, que no lo ha hecho porque sienta nada por él. Él le dice que seguirá amándola aunque ella le desprecie y se marcha.

   El tiempo va pasando y la salud de la señora Hale está cada vez peor. El señor Thornton la visita, aunque intenta evitar a Margaret lo máximo posible. Mientras esperan a que llegue Frederick, Mary Higgins se presenta en casa de Margaret porque su hermana Bessy ha muerto. Margaret va a verla y consigue evitar que el señor Higgins se vaya a beber y, en lugar de eso, vaya a hablar con su padre.

   En una de las visitas que el señor Thornton hace a la señora Hale, esta le pide que le diga a su madre que la visite. La señora Thornton lo hace por su hijo, aunque es bastante reacia, ya que nunca le han gustado demasiado los Hale porque considera que se dan muchos aires, pero, desde que Margaret rechazó a su hijo, los desprecia, sobre todo a ella. La señora Hale le pide a la señora Thornton que cuide de su hija cuando no esté y la aconseje porque Margaret no tendrá ninguna figura materna cerca y ella accede.

   Finalmente, Frederick llega a la casa. Mantienen su visita en secreto, solo lo saben la familia y Dixon, la doncella de la señora Hale que lleva toda la vida con ellos. La señora Hale cumple su deseo de ver a su hijo y muere. Dixon les cuenta a Margaret y al señor Hale que se ha encontrado por la calle con Leonards, un antiguo conocido que le ha preguntado por Frederick y sabe lo del motín. Frederick está en peligro y debe marcharse. Frederick quiere casarse con Dolores, una muchacha a la que ha conocido en Cádiz y Margaret le dice que debería intentar limpiar su nombre por ella. Margaret escribe a Henry Lennox, que es abogado para ver si puede ayudar a su hermano y concierta una cita entre Frederick y él en Londres. Margaret acompaña a Frederick a la estación esa noche. Mientras esperan al tren aparece el señor Thornton que, al no saber quién es Frederick y ver que Margaret y él están cogidos de la mano en una actitud con mucha familiaridad, piensa que son amantes. Saluda a Margaret con mucha frialdad y se marcha. Están esperando en el andén y aparece Leonards, que intenta atrapar a Frederick, él le empuja para que le suelte y, como Leonards está borracho, cae al suelo. En ese momento llega el tren y Frederick se marcha.

   Al día siguiente Margaret y su padre van al entierro de la señora Hale. Allí aparecen el señor Higgins y Mary y, aunque Margaret no se entera, también el señor Thornton.

   Unos días después Margaret recibe la visita de un policía. Leonards ha muerto porque tenía una enfermedad provocada por la bebida, pero parece que su muerte se ha precipitado por una caída que sufrió en la estación. Hay un testigo que lo vio discutir con un hombre, que le empujó. El hombre estaba acompañado por una joven y el testigo la ha identificado a ella como esa joven. Margaret niega haber estado allí para proteger a su hermano. Mientras Margaret habla con el policía, el señor Thornton está en la casa hablando con el señor Hale. El policía ve salir al señor Thornton poco después y se acerca a hablar con él. Resulta que el señor Thornton es el magistrado que lleva el caso de Leonards, el policía le cuenta lo que ha dicho Margaret y el señor Thornton sabe que miente. Se reafirma en su idea de que ese hombre es el amante de Margaret y aún así decide ayudarla. Escribe una nota diciendo que Leonards murió por su enfermedad y, por tanto, se cierra la investigación. El policía vuelve a casa de Margaret para informarle y también le cuenta el papel que ha jugado Thornton. Ella entonces se siente mortificada porque el señor Thornton sabe que miente y no soporta que piense mal de ella. Ella se dice a sí misma que no lo soporta por el cariño que le tiene su padre porque no quiere admitir lo que siente realmente.

   En una de las visitas que Margaret hace a Higgins su padre la acompaña. Mientras están allí llegan unos hombres con el cadáver de Boucher, que se ha suicidado porque no tiene trabajo. El señor Higgins se pone a buscar trabajo entonces para mantener a los niños de los Boucher. No se lo dan en ningún sitio por pertenecer al sindicato. Margaret le dice que se lo pida al señor Thornton que en el fondo tiene buen corazón. Él lo hace. El señor Thornton le rechaza porque no se termina de creer que quiera ayudar a los niños de otro. Higgins le dice que no debería haber hecho caso a la mujer que le pidió que hablar con él y Thornton le dice que le diga a esa mujer que se meta en sus asuntos. Margaret vuelve a casa de Higgins, este le cuenta su entrevista con Thornton y ella le dice que siente haberle pedido que hablar con él, que la ha decepcionado. En ese momento entraba el señor Thornton y así descubre que fue ella quién le animó a hablar con él. Margaret se marcha. Thornton le dice a Higgins que ha ido para ofrecerle trabajo porque se ha informado de lo que ha pasado con Boucher y sabe que lo de los niños es cierto. Luego alcanza a Margaret, le dice que su secreto de la estación está a salvo con él, pero que debería ser más discreta. Le dice también que solo le habla como amigo de su padre, que las esperanzas que tenía ya se acabaron.

   El señor Bell, amigo del señor Hale y su padrino de boda, les hace una visita. Conoce al señor Thornton, aunque no simpatizan mucho. Cuando va a marcharse le pregunta al señor Hale si hay algo entre Margaret y Thornton. El señor Hale dice que no, pero, según va pasando el tiempo, el señor Thornton visita cada vez menos la casa. Un día el señor Hale le pregunta a Margaret si ha pasado algo entre Thornton y ella, y ella le cuenta que le pidió matrimonio y le rechazó.
  
   Van pasando los meses. Reciben carta de Frederick. Se ha casado con Dolores finalmente. El señor Lennox, a pesar de que lo ha intentado, no cree posible que le puedan absolver, así que Frederick ha renunciado a volver a Inglaterra.

   El señor Bell invita al señor Hale a hacerle una visita en Oxford. Estando allí, el señor Hale muere. Entonces Margaret vuelve a Londres a vivir con tía Shaw, Edith y su marido el capitán Lennox.  La tía Shaw pasa unos días en Milton con Margaret. Ella se despide de los Higgins y de la señora Thornton. Cuando está a punto de marcharse de la casa, aparece el señor Thornton y se despiden de forma un tanto fría.

   Tiempo después el señor Bell visita a Margaret en Londres y le propone acompañarla a visitar Helstone. Ella acepta encantada y, aunque hay muchos recuerdos dolorosos, puede visitar a antiguos amigos.

   Margaret vuelve a Londres. El señor Bell está proyectando acompañar a Margaret en una visita a España para ver a Frederick. El señor Bell escribe a Margaret para decirle que va a ir a visitarla, pero el día que debería llegar, llega una carta de su sirviente. Le dice que está muy enfermo. Margaret insiste en ir a verlo. El capitán Lennox la acompañan, pero cuando llegan ya ha muerto.

   Margaret se convierte en la heredera del señor Bell. Henry Lennox, que ha pasado mucho tiempo con ella desde que vuelve a vivir en Londres, se propone conquistarla. Edith, la tía Shaw y el capitán Lennox ven esa boda con buenos ojos y deciden hacer lo posible por ahuyentar a otros posibles pretendientes.

   Margaret invierte su dinero y se convierte en la casera del señor Thornton. Un día el señor Higgins le pregunta a Thornton si sabe algo de Margaret y si sabe si al final van a absolver a su hermano. El señor Thornton no sabe nada de Frederick y Higgins le cuenta lo que sabe de la visita que hizo a la señora Hale (ya que Mary trabajaba en la casa de los Hale en ese momento y se enteró de la visita). El señor Thornton comprende entonces que el hombre de la estación no era el amante de Margaret, sino su hermano.

   El negocio del señor Thornton va cada vez peor y debe vender la fábrica y dejar la casa.Va a Londres para arreglar unos asuntos y el señor Lennox le invita a una fiesta que Edith da en casa. Allí habla un poco con Margaret. Margaret le dice a Henry que quiere verlo al día siguiente. Henry piensa que quiere hablar de sus sentimientos, pero, cuando acaba la conversación con ella, Edith le está esperando, le pregunta qué ha pasado y Henry le dice que no van a casarse. Margaret tiene una cita con el señor Thornton porque él quiere rescindir el contrato con ella. Margaret le enseña entonces un plan que le ha pedido a Henry que haga para invertir su dinero en el negocio de Thornton e intentar salvarlo. Entonces Thornton se acerca a ella, la abraza y vuelve a declararse. Esta vez es ella la que no se considera digna de él, pero acaba aceptándole.

   De esta forma Margaret supera los prejuicios que tenía sobre el norte y las personas que viven allí y acepta sus sentimientos para poder ser feliz.

viernes, 17 de abril de 2020

Cuentos de brujas de escritoras victorianas (1839-1920)

Libro leído para el reto "Todos los clásicos grandes y pequeños" de Las Inquilinas de Netherfield  "Edición de cuentos o relatos clásicos"

   Es una colección de relatos o fragmentos de novelas de varias autoras. Todos los relatos hablan sobre brujas o brujos, en algunos casos, personas que existieron realmente y fueron acusadas de brujería; en otros casos, relatos de ficción sobre este tema. Aparecen también otros elementos sobrenaturales como espíritus o fantasmas. El libro está dividido en dos partes: crónicas y leyendas, por un lado y ficción, por otro.

   PRIMERA PARTE:  crónicas y leyendas, está formada por 5 relatos o fragmentos.

-La brujería en Inglaterra, Eliza Lynn Linton

   Aquí se recogen distintos casos de personas acusadas de brujería, juzgadas y condenadas en muchos de los casos, en Inglaterra.

-Las brujas de Escocia, Eliza Lynn Linton

   Distintas historias de brujas verdaderas o supuestas en distintos lugares de Escocia.

-La brujería en Irlanda, Lady Wilde

   Crónicas de casos de personas acusadas de brujería en Irlanda.

-La brujería en Gales, Mary Lewes

   Aquí se recogen distintos casos de brujería en Gales.

-Poseídos por demonios, Catherine Crowe

   Aquí se recogen diferentes casos de personas supuestamente poseídas por demonios.

   SEGUNDA PARTE: Parte de ficción, distintos relatos o fragmentos de novelas sobre brujería.

-El anillo mágico, H. L.

   H. L. es la esposa de un médico de provincias. Este relato trata sobre un hechizo realizado con un misterioso anillo para invocar a unos demonios a los que pedirles favores.

-La bruja del ámbar, Lady Duff-Gordon.

   Fragmento de la novela La bruja del ámbar, de Wilhem Meinhold, traducida al inglés por Lady Duff-Gordon. En este fragmento se narra el juicio de María Schweidler, una mujer acusada de brujería.

-El espectro de la bruja, Anónimo.

   No se sabe el nombre de la autora, pero sí se sabe que se trata de una dama de la sociedad del condado de Cork, publicada como muchos otros relatos de forma anónima. Un sacerdote se encuentra con un horrible fantasma sin cabeza, que resulta ser Sarah Kennedy, una bruja que ha adoptado esa forma para robar la leche de las vacas de todo el pueblo.

-La historia de fantasmas de mi hermano, Amelia Edwards

   Un joven viajero coincide con dos florentinos y un muchacho llamado Christien en una posada. Traban amistad y Christien los invita a su boda. Una noche al protagonista y a uno de los florentinos les parece oír la misma música que sonaba en la caja de música que llevaba Christien y sienten un frío que les hiela. Salen en busca de Christien, lo ven un momento y desaparece. Poco después encuentran su cuerpo muerto en una grieta en el hielo.

-La mujer encantada, Anna Kingsford

   Fragmento de un estudio que esta autora realizó sobre los sueños.

   En este sueño sale a un páramo y ve a una especie de leones con rostro humano que a ella no la ven. Luego ve a un hombre y una mujer que viven felices hasta que aparece un brujo acompañado por un espíritu maligno. El brujo se lleva a la mujer, la ata en una hoguera, el espíritu se acerca y en lugar de la bella mujer aparece otra con 3 cabezas y 3 cuerpos pegados. El brujo y ella tienen hijos, que son los leones con rostro humano que aparecen al principio.

-La bruja de la ciénaga, Ethel Marriott-Watson

   El protagonista ha quedado con su amada en una ciénaga. La amada resulta ser una bruja que vive en la ciénaga. El protagonista aun así quiere huir con ella hasta que ve a un hombre al que la bruja ha atrapado y ha convertido en un demonio y sale huyendo.

-La piedra del diablo, Beatrice Heron-Maxwell

   Relato en el que se cuenta la historia de un anillo indio. La protagonista sale a dar un paseo y ve a una chica en una ventana a la que asesina un hombre con un anillo con una piedra verde. La chica le resulta familiar y después se da cuenta de que se parece a ella. Al ver el asesinato sale corriendo y se desmaya. Cuando se despierta ya en su casa no sabe si lo que ha visto es real o no. Su amado aparece con el mismo anillo que llevaba el asesino. Este anillo tiene una leyenda que dice que hace que la persona que lo lleva cometa actos violentos. Una noche la protagonista está en el casino, está ganando, pero llega su amado con el anillo y empiezan a perder dinero. Su amado le pide matrimonio y ella acepta. Al día siguiente salen de viaje y paran a descansar por el camino. El hombre se quita el anillo y quiere que ella se lo ponga, pero a ella no le gusta el anillo y lo deja en el suelo. El hombre comienza a encontrarse mal y va a buscar un poco de agua. Ella se queda dormida y se despierta porque nota que se acerca alguien. Entonces alguien la agarra por detrás y le pone un cuchillo en el corazón, como a la chica que vio asesinada. Ella entonces tira el anillo por un precipicio y la persona que tiene detrás, al intentar cogerlo se cae. Entonces ella descubre que era su amado. Los guías aparecen y ella les cuenta lo que ha pasado, pero no puede dejar de reír y creen que se ha vuelto loca.

-La pequeña doncella de Salem, Pauline Mackie

   Fragmento de una novela en la que se habla del juicio de Deliverance, una muchacha acusada de brujería. Aparecen personajes reales como Cotton Mather, sacerdote de Boston famoso por liderar persecuciones contra personas acusadas de brujería. En este fragmento, Cotton y sir Jonathan Jamieson (la persona que ha acusado a Deliverance) intentan que la muchacha confiese sin éxito. Finalmente será declarada inocente, curiosamente gracias en buena parte a Cotton Mather.

-Quema de brujas, Baillie Reynolds

   Fragmento de una novela. Gilbert Caton es un sacerdote que vive en Mizpah, Nueva Inglaterra, un lugar donde los habitantes han caído en la moda de la quema de brujas. Primero quemaron a una mujer y luego capturaron a otras dos que vivían en el bosque (abuela y nieta). Quemaron a la abuela y la joven iba a ser quemada al día siguiente. Van a buscar al sacerdote porque ella quiere confesarse. Él habla con la joven (llamada Luna Clare) y está convencido de que es inocente, así que la sube a su espalda tapándola con la sotana y la capa, dejan el vestido de ella relleno de paja en un rincón y la saca de allí. Consigue salir y llegar a su casa. Mientras está pensando cómo escapar llega un caballero que está buscando a su madre y su sobrina, el caballero es Leonard Clare. Gilbert le cuenta lo que ha ocurrido y juntos idean un plan para salir de allí. Visten a Luna de hombre y la sacan a caballo haciéndola pasar por un joven más de la comitiva que lleva el señor Clare y Gilbert sale con ellos fingiendo que va a acompañarlos solo hasta que salgan del pueblo.

-La satanista, Mary Crawford Fraser

   En este relato Yolanda le confiesa a su amiga Léonie que es satanista y cómo empezó a serlo. Su madre la odió siempre porque quería un niño y no una niña y porque a raíz del parto perdió la belleza y la salud. Con 14 años Yolanda, harta del trato injusto que le da su madre se deja engañar por Rosina, una mujer que trabaja en su casa y la introduce en el satanismo, enseñándole todos los ritos y obligándola a robar las hostias consagradas que le dan cuando va a comulgar para usarlas después en las misas negras. Yolanda le cuenta a Léonie lo arrepentida que está, quiere dejarlo, pero no sabe qué hacer y lo que se le ha ocurrido de momento es empezar a robar hostias que no están consagradas en vez de las que sí lo están para las misas negras. Léonie está horrorizada por todo lo que ha oído y comienza a rezar para vencer el mal que las acecha.

-Magia negra. Una historia de Oriente, Jessie Adelaide Middleton

   Este relato pertenece a una de sus colecciones de cuentos. El capitán Ross es destinado a La India y su mujer le acompaña. En la puerta de la casa hay un hombre de aspecto siniestro y a la señora Ross no le gusta cómo la mira, pero su marido le dice que los nativos le consideran un sabio y no pueden echarlo. El capitán Ross tiene que marcharse unos días y deja a la señora Ross con los criados. La señora Ross está en la terraza sentada y aparece el hombre siniestro, le dice que no se marchará hasta que tenga un pelo de su cabeza. La señora Ross va a su cuarto y coge un pelo de una esterilla hecha de pelo que tiene allí y se lo da. Una noche, cuando ya ha vuelto el señor Ross, después de la cena escuchan unos ruidos en la habitación, el señor Ross ve algo y dispara, pero cuando vuelve a mirar no hay nada. Entonces la señora Ross mirando por la ventana ve la esterilla de su habitación saliendo de la casa con varios agujeros por donde la han atravesado las balas.

-La bruja del agua, H. D. Everett

   La protagonista de la historia, Mary, tiene un hermano (Robert) que se ha casado con una mujer llamada Frederica (Freda). A Mary, sus hermanas y su madre no les gusta Frederica para su hermano. Tienen un bebé que muere a los pocos días y Freda queda delicada de salud. Se van a vivir a un páramo en Escocia porque creen que el cambio de aires le sentará bien a Freda. Al principio les gusta el lugar, pero a Freda comienza no gustarle. Robert tiene que irse de viaje y le pide a Mary que vaya a hacerle compañía a Freda, ya que la única compañía que tiene allí cuando Robert no está es la de su vecino, el señor Vickers, que lee con ella en italiano. Mary accede. Cuando se quedan solas dan un paseo en la carreta, se encuentran con una mujer que había perdido una vaca y les dice que ha aparecido muerta en el río. Ya es el quinto animal que pierden así. Hay una leyenda en el lugar sobre la mujer blanca, un espíritu que vive en el río y atrae a los animales a él. Siguen su camino y al llegar a una encrucijada la yegua se asusta y se encabrita, pero logran controlarla.

   Por la tarde las dos mujeres están solas y escuchan un ruido como de un goteo de agua. Freda lo ha escuchado otras veces, pero no saben de dónde vienen. El señor Vickers va a visitarlas. Mary nota miradas raras entre él y Freda y también que ella se ruboriza, pero no le da mayor importancia. Vickers les cuenta la historia de la mujer blanca, una mujer que se suicidó porque era desgraciada porque su marido la dejaba sola mucho tiempo y se mató en la encrucijada donde se asustó la yegua y desde entonces atrae a los animales al río para no estar sola.

   Robert vuelve, pero a los tres días tiene que volver a irse. Freda no se encuentra bien y vuelven a oír el goteo del agua. Como Freda está en la cama, Mary va a dar un paseo por el río. Al volver se encuentra a Vickers hablando con Freda en una actitud un poco íntima y en cuanto Mary llega él se marcha.

   Freda le pide a Mary que escriba a su madre y le pregunte si pueden irse a su casa porque no quiere estar allí. Mary escribe a su madre y a Robert y, mientras esperan las respuestas, salen a dar un paseo en carreta de nuevo. Al llegar a la encrucijada, la yegua vuelve a encabritarse, pero esta vez no la controlan y acaban en el río con la carreta. Un hombre lo ve y va a ayudarlas. Saca a Mary, pero Freda se ha hundido en el fondo. Finalmente, entre el hombre y Vickers, que llega en ese momento, la sacan. Esta débil, pero viva.  Mary manda un telegrama a Robert, que llegan enseguida. Viendo cómo Vickers mira a Freda, Mary está segura de que quiere tener una relación con ella, pero en cuanto llega Robert Freda solo tiene ojos para él. Robert y Vickers tienen una conversación, cuyo contenido Mary no conoce, pero Vickers se marcha al extranjero y no vuelve a aparecer.


   Cuando Freda está mejor se van todos a casa de la madre de Robert y Mary. Allí suegra y nuera se conocen mejor y su relación mejora. La salud de Freda nunca se recupera del todo y finalmente muere. Ahora parece que Robert va a volver a casarse, esta vez con una mujer a la que su familia sí acepta desde el principio, aunque al final tienen un buen recuerdo de Freda porque Mary comprobó que de verdad quería a su hermano.

domingo, 29 de marzo de 2020

Diez negritos, Agatha Christie

Leído para el Reto "Clásicos grandes y pequeños" de Las Inquilinas de Netherfield Clásico de misterio / suspense / policíaco


     Ocho personas reciben una carta de una persona de su pasado a la que recuerdan vagamente, pero llevan mucho tiempo sin ver, que les invita a visitarla en su casa situada en la isla del Negro.

     Cuando llegan a la casa los reciben Mr. y Mrs. Rogers los criados. Los dueños de la casa, Mr. Owen y su esposa no están. A los criados los han contratado por carta (ellos no los han visto en persona) y en esa misma carta les han dejado instrucciones de lo que tienen que hacer hasta que ellos lleguen al día siguiente.

   Los invitados se instalan y van a cenar. En la habitación de cada invitado hay un cuadro con la letra de una vieja canción infantil:

     Diez negritos se fueron a cenar.
     Uno se ahogó y quedaron:
     Nueve.
     Nueve negritos trasnocharon mucho.
     Uno no se despertó y quedaron:
     Ocho.
     Ocho negritos viajaron por Devon.
     Uno se escapó y quedaron:
     Siete.
     Siete negritos cortaron leña con un hacha.
     Uno se cortó en dos y quedaron:
     Seis.
     Seis negritos jugaron con una colmena.
     A uno de ellos lo picó una abeja y quedaron:
     Cinco.
     Cinco negritos estudiaron derecho.
     Uno de ellos se doctoró y quedaron:
     Cuatro.
     Cuatro negritos se hicieron a la mar.
     Un arenque rojo se tragó a uno y quedaron:
     Tres.
     Tres negritos se pasearon por el zoo.
     Un oso los atacó y quedaron:
     Dos.
     Dos negritos estaban sentados en el sol.
     Uno de ellos se quemó y quedó:
     Uno.
     Un negrito se encontraba solo.
     Y se ahorcó, y no quedó
     ¡ninguno!

     En la mesa del salón encuentran diez figuritas negras.

     Después de cenar están todos reunidos en el salón cuando se escucha una voz que les acusa a cada uno de un crimen. La mayoría lo niega al principio, pero a lo largo del libro vamos descubriendo la verdad.

     El doctor Edward Armstrong es acusado de causar la muerte de Louisa Mary Clees, una paciente que murió porque él estaba borracho cuando la operó.

     Miss Emily Brent es responsable de la muerte de Beatriz Taylor, una chica que trabajaba para ella y a la que despidió cuando supo que estaba embarazada, porque según ella había tenido una conducta inmoral. Al verse despedida y repudiada por su familia, la chica se suicidó.

    Henry Blore es un expolicía y ahora detective al que acusan de la muerte de James Stephen Landor, un ladrón cuyo caso llevaba Blore y que fue condenado a trabajos forzados perpetuos, muriendo después de un año, ya que tenía una salud delicada. En realidad era inocente, pero sobornaron a Blore para que lo acusara.

     Vera Claythorne es acusada de matar a Cyril Hamilton. Vera era su institutriz y el niño se ahogó estando a su cuidado. Aparentemente fue un accidente, pero luego descubrimos que Vera estaba enamorada de Hugo, el tío de Cyril. Si Cyril moría Hugo heredaría todo el dinero y así Vera y él podrían casarse. El niño le pidió a Vera que le dejara nadar hasta las rocas y ella le dejó sabiendo que estaban lejos y que no podría llegar y se ahogaría. Incluso se metió en el agua como si fuera a ayudarle, pero sin llegar a tiempo.  Pero Hugo descubrió la verdad y la abandonó.

     Philip Lombard es acusado de dejar morir a 21 hombres miembros de una tribu de África Oriental, cosa que él reconoce, dice que tuvo que hacerlo para poder salvarse él.

     El general Macarthur es acusado de la muerte de Arthur Richmond. Era un soldado bajo su mando y él lo mandó a una muerte segura en el frente cuando descubrió de casualidad que Richmond era el amante de su mujer.

     A Anthony Marston lo acusan de matar a Jenifer Brady, una mujer para la que trabajaban, que se puso enferma, ellos avisaron al médico demasiado tarde y la mujer murió. A su muerte les dejó algo de dinero en herencia.

    El juez Wargrave es acusado de la muerte de Edward Seton, un hombre al que él juzgó y convenció al jurado de que declararan culpable porque lo conocía de antes y quiso vengarse.

     Descubren que la voz viene de un gramófono. Rogers dice que en la carta de las instrucciones le ordenaron poner el disco a esa hora, pero que él no tenía ni idea de lo que había en él.

     Las diez personas se dan cuenta de que los han engañado para ir a la isla y están atrapados allí, ya que solo pueden salir de la isla si el barquero que les llevó vuelve a por ellos.

     Después de esa noche, todas las personas van muriendo una a una. Cada vez que alguien muere desaparece una de las figuritas negras. La mayoría de las muertes se producen como dice la canción infantil:

     Anthony Marston muere ahogado. Se bebe una copa, se atraganta y muere. El doctor dictamina que muere envenenado, aparentemente un suicidio, aunque después sospechan que alguien puede haber puesto el veneno en su copa. (“Uno se ahogó”)

     Mrs. Rogers se desmaya cuando escucha las acusaciones y el doctor le da un somnífero. Se acuesta esa noche y por la mañana aparece muerta, aparentemente por un ataque al corazón (“Uno no se despertó”).

     El doctor, Blore y Lombard recorren la isla buscando al posible asesino, pero no encuentran a nadie. El general Macarthur pasa toda la mañana sentado fuera de la casa, mirando al mar y diciendo que todos van a morir. Cuando todos van a comer, el doctor va a buscarlo y se lo encuentra muerto. Lo han matado a golpes, según el doctor con un salvavidas probablemente.

     Mr. Rogers aparece muerto a la mañana siguiente. Estaba cortando leña cuando alguien le pegó con otro hacha en la cabeza (“uno se cortó en dos”).

     Emily Brent aparece muerta en el salón con la marca de un pinchazo de aguja en el cuello mientras una abeja zumba en la ventana (“a uno le picó una abeja”).

     El juez Wargrave muere de un tiro en la cabeza, pero vestido de magistrado, con una cortina roja a modo de toga y la lana gris de miss Brent como peluca (ambas cosas habían desaparecido con anterioridad) (“Uno de ellos se doctoró (en derecho) y murió”).

     El doctor Amstrong desaparece y también una de las figuritas. No lo encuentran por ninguna parte y se dan cuenta de que la siguiente estrofa de la canción dice “cuatro negritos se hicieron a la mar. Un arenque rojo se tragó a uno”, la expresión “arenque rojo” en inglés también significa “pista falsa”. Por tanto, creen que el doctor es el asesino y está escondido en alguna parte.

     Blore muere porque se le cae un reloj en forma de oso en la cabeza (“un oso los atacó”).

   Lombard y Vera tienen miedo de entrar en la casa por si el doctor está dentro. Van hacia los acantilados y descubren el cuerpo sin vida de Amstrong. Solo quedan ellos dos. Sospechan el uno del otro. Vera le dice a Lombard que deberían mover el cuerpo del doctor para que las olas no lo arrastren y, mientras lo mueven, aprovecha para robarle la pistola. Él se lanza a por ella, pero ella dispara y lo mata.

     Vera tiene hambre y sueño y decide volver a la casa. Cuando llega quedan tres figuritas, coge dos y las tira y se lleva la otra a su habitación. Cuando llega encuentra una silla y una cuerda preparadas para ahorcarse y lo hace porque recuerda lo que pasó con Cyril. (“Un negrito se encontraba solo. Y se ahorcó”).

     Cuando la policía descubre todos los cadáveres en la isla, se pregunta cómo ha podido ocurrir.

    Al final conocemos la verdad. El juez Wargrave es el asesino, escribe una confesión y la mete en una botella que tira al mar. Su primera víctima no está en la isla, es un tal Morris, que no va a la isla, pero es quien se encarga de comprar los víveres y es la persona que contacta con Lombard para que vaya a la isla. El juez elige diez víctimas por la canción de los diez negritos, diez personas que han cometido un crimen y, a sus ojos, no han pagado por él. Se infiltra en la isla como uno más de los invitados para llevar a cabo los asesinatos. Finge su muerte con ayuda del doctor, al que le cuenta que sospecha de Lombard. Esa noche había quedado con el doctor en los acantilados cuando todos dormían y lo mató empujándole. Cuando todos están muertos, el juez vuelve a su habitación y coloca el revólver de forma que al caer el peso sobre su mano se dispare y lo mate. Para que cuando los encuentre la policía él aparezca muerto de un tiro en la cabeza, tal y como dicen los diarios que escribieron algunos de los invitados de la casa.

    Es una novela con mucho suspense, que te mantiene en vilo hasta el final y acaba con un giro sorprendente.

jueves, 26 de marzo de 2020

La madre de Frankenstein, Almudena Grandes


 
 La madre de Frankenstein es el quinto libro de los Episodios de una guerra interminable de Almudena Grandes.

   En esta novela se cuenta la historia de tres personajes: Germán Velázquez, Aurora Rodríguez Carballeira y María Castejón. A lo largo del libro y con salto hacia delante y hacia atrás en el tiempo vamos conociendo sus historias.

   Germán es un joven psiquiatra que vuelve a España en 1954 después de 15 años de exilio en Suiza para trabajar en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos. El director del manicomio le contrata para que pruebe con algunas pacientes esquizofrénicas un tratamiento que estaba aplicando en Suiza y funcionaba. En el manicomio, Germán se reencuentra con Aurora Rodríguez Carballeira, una de las internas, una mujer a la que conoció a los 13 años y que le fascinó. También conoce a María Castejón, una joven auxiliar de enfermería.

   Cuando Germán sale exiliado es acogido por la familia del doctor Samuel Goldstein. El doctor es como un segundo padre para él. Germán se convierte en psiquiatra y acaba casándose con Rebecca, una de las hijas del doctor Goldstein, pero el matrimonio no sale bien, ya que ella está enamorada de otro hombre y acaban separándose. Cuando el doctor Robles le ofrece el puesto en Ciempozuelos su separación está bastante reciente, la relación con el doctor Goldstein se está volviendo incómoda y decide aceptarlo.

   Germán se interesa por sus pacientes y, por eso, cuando le obligan a suspender el tratamiento que las está ayudando porque hay personas con mucho poder a las que no les interesa que funcione, intenta hacer todo lo posible para evitarlo, aunque no lo consigue.

   Al menos, tiene la satisfacción de conseguir ayudar a María a escapar del penoso destino que le espera.

   Desencantado al ver que los poderosos mueven sus hilos y se salen con la suya decide volver a Suiza, aunque finalmente no lo hace. Viaja allí cuando muere el doctor Goldstein y, en el viaje, conoce a una azafata vecina suya, Lupe. Lupe está casada pero su marido la abandonó por otra mujer dejándola sola con su hija. Germán y ella empiezan una relación, y Germán se convierte un padre para Teresa, la hija de Lupe, ya que la conoce con 3 años y es el único padre que ella conoce. Germán deja de trabajar en el manicomio de Ciempozuelos para trabajar en otra clínica y dedica gran parte de su vida a escribir un libro sobre Aurora Rodríguez Carballeira, libro que le dedica a Lupe, a Teresa y a María Castejón.

   Aurora Rodríguez Carballeira es una mujer que asesina a su hija Hildegart porque considera que es una obra suya que no ha salido bien y, por tanto, tiene derecho a destruirla. Es una mujer que sufre paranoia y por eso es internada en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Las únicas personas con las que se relaciona allí son María Castejón, que va todas las tardes a leerle y su psiquiatra, Germán. Aunque no siempre quiere hablar con ellos. Finalmente, acaba muriendo de un cáncer de útero, que el provoca grandes dolores, a pesar de que Germán la ayuda todo lo que puede inyectándole morfina (primero ilegalmente, luego al final ya con el permiso del director del manicomio).

   María Castejón ha vivido casi toda su vida en el manicomio de Ciempozuelos. Sus padres murieron cuando era pequeña y ella vivió con sus abuelos, que vivían allí porque su abuelo era el jardinero. María no iba a la escuela porque su abuela no lo consideraba necesario así que doña Aurora decide enseñarla a leer y escribir y otras muchas cosas. Así, María pasa mucho tiempo con ella hasta que la prohíben volver a verla porque doña Aurora le regala una muñeca que su abuela considera inmoral. Además, doña Aurora se enfada con ella porque cree que la ha traicionado, porque ella había construido unos muñecos a los que consideraba sus hijos y, cuando la abuela de María descubre la muñeca, ella, su abuelo y otros trabajadores del manicomio van a la habitación de doña Aurora y los destruye. Ahora que ya es mayor, María sigue teniéndole mucho cariño a doña Aurora y todas las tardes va a leer para ella, ahora que ella ya no puede ver.

   Con 15 años María se va a Madrid a servir en una casa. Allí lleva una vida más o menos feliz, se hace amiga de Rosario, otra chica que sirve en la casa. Pero un día llega Alfonso, el sobrino de la señora de la casa a pasar una temporada allí. Engaña a María y la seduce, para después marcharse sin decirle nada.

   Tiempo después María ha vuelto al manicomio para cuidar de su abuela, que ya no puede valerse por sí misma y trabajar como auxiliar de enfermería. Alfonso, que es médico, trabaja allí, vuelve a seducir a María y la deja embarazada para volver a abandonarla después.  Uno de los médicos del manicomio, la ayuda a abortar sin que nadie lo sepa. Sin embargo, años después la hermana Belén, que dirigía el manicomio, es sustituida por la hermana Anselma. Esta habla con María para decirle que conoce su secreto y que si no se casa con Juan Donato (un viudo al que todo el mundo considera casi un santo) la denunciará a ella y a quien le ayudó.

   María está dispuesta a sacrificarse, pero, cuando conoce más a Juan Donato, se da cuenta de que él solo piensa en acostarse con ella y su futura suegra no la acepta y promete hacerle la vida imposible. Aún así está dispuesta a sacrificarse, pero antes decide pasar una semana en Madrid con Germán. Ambos están de vacaciones y pasan la semana juntos. Germán decide ayudarla a escapar. Con ayuda de su hermana y un amigo consiguen una documentación falsa y María, con la excusa de ir a encargar su vestido de novia, va a Madrid y consiguen sacarla de allí. Viaja a Mallorca, donde sigue formándose y trabajando como enfermera. Allí conoce a una familia de Manchester, un hombre que ha tenido un derrame y su mujer. La mujer le pide que se vaya con ellos a Manchester a cuidar de su marido y ella acepta. Allí conoce a un hombre con el que acaba casándose y teniendo dos hijos. María no es del todo feliz, ya que, aunque quiere mucho a su marido y él a ella, no se lleva bien con la familia de él y discuten mucho por eso. Un día descubre en un periódico una entrevista de Germán y así se entera de que ha escrito un libro sobre doña Aurora. Germán ha intentado buscarla para que lea el libro, pero no recuerda el nombre de la documentación falsa y no consigue encontrarla. Cuando lee la entrevista ella encarga el libro en una librería, así que finamente acaba leyéndolo, aunque Germán no lo sepa.

Los ilustres vínculos del señor Darcy, Abigail Reynolds

     Esta es una variación de la novela Orgullo y prejuicio de Jane Austen. En ella aparecen los personajes principales de la obra de Auste...